¿Conoces la definición de Resiliencia?: “Capacidad del ser humano para hacer frente a la adversidades de la vida, superarse e incluso, ser transformado por ellas”
Durante estos dos meses, hemos tenido que ser más resilientes que nunca. El mundo se paró en seco y todas nuestras ilusiones, sueños y proyectos a corto plazo pasaron a ser lágrimas de pena, luto interno e incertidumbre.
Hemos tenido que asimilar la situación y aprender mucho de ella. Todo esto nos ha enseñado que de las crisis, aparecen nuevas oportunidades para renacer dentro del entorno caótico que nos rodea.
Nosotros como empresa, hemos aprendido mucho, ¿te gustaría saber en qué?
6 aprendizajes que hemos tenido durante la cuarentena
Teletrabajo
Muchas empresas ni se habrían planteado eso del teletrabajo, nosotros éramos una de ellas. Muchos de nuestros compañeros tuvieron que trasladar su oficina a casa.
Algunos trabajando y ejerciendo de padres y maestros a la vez. Otros, han descubierto las ventajas de teletrabajar: ahorro de tiempo de desplazamiento, menor gasto en gasolina, y la posibilidad de compartir tiempo con su familia.
Comunicación laboral y personal
Las charlas durante el café o el desayuno, se convirtieron en videollamadas con los compañeros o conversaciones a través de WhatsApp. Muchos hemos echado de menos ese contacto humano con el resto de miembros de la empresa.
Sector del Marketing Digital
Cuántas veces no habremos oído por parte de muchos clientes: “¿Yo para qué quiero un perfil en redes sociales?”. Ahora, nos hemos dado cuenta de que el mundo online ha sido el salvavidas para muchas empresas.
Ha sido prácticamente el único canal por el que muchas compañias han podido relacionarse con sus clientes e incluso poder realizar ventas.
Desde Prodisa Comunicación, trabajamos para que la comunicación online y offline de las empresas vayan en la misma línea.
Nos alegra, que por fin este sector haya tenido el reconocimiento que se merece.
Organización
Si un equipo no está bien organizado, es muy difícil que se adapte a los cambios. Durante estos dos meses hemos aprendido muy bien la lección.
Hemos sabido organizar mejor nuestro tiempo y sacar el trabajo con mayor eficiencia y eficacia a lo que solíamos hacer en condiciones normales. Esto también ha dependido del esfuerzo de todo el equipo para impulsar la empresa hacia delante y no desistir.
Todos nos hemos vuelto más autónomos, creativos y capaces.Nuestro equipo ha tenido más tiempo para analizar sus tareas y evaluar los hábitos que tenían.
Sostenibilidad
A nuestro planeta le faltaba un respiro, ha quedado claro. La contaminación durante la cuarentena se ha reducido un 64% en España.
Las empresas debemos seguir trabajando en el ámbito de Responsabilidad Social Corporativa y no olvidarnos del medio ambiente. Solo tenemos un planeta, es necesario cuidarlo.
Crisis = nuevas oportunidades de venta
Hay que saber sacar lo positivo de las malas experiencias y las empresas debemos saber reinventarnos. En nuestro caso, muchos de nuestros servicios era inviable poder realizarlos debido al estado de alarma.
Por ello, decidimos pivotar y comenzar a ofrecer productos complementarios como webinars o charlas a través de streaming. Además, hemos comenzado a ofrecer a nuestros clientes sistemas de desinfección UVC para que puedan preparar sus negocios y salas de reuniones para la ”nueva normalidad”.
Somos ambiciosos y los nuevos proyectos nos gustan, y quién sabe, quizás vuelvan los cines de verano o autocines.
A nivel personal
Hemos aprendido muchas cosas, pero en estos meses no ha sido todo positivo, la incertidumbre se ha notado, muchas veces nos hemos sentido perdidos porque no sabíamos qué iba a ocurrir en el futuro. Gracias a esta adversidad hemos tenido la ocasión de reflexionar, revisar nuestra escala de valores, prioridades y hacer autocrítica de nosotros mismos.
También hemos podido comprobar que detrás de las empresas hay personas. No hay nada como una llamada de ánimo o de interés por la familia. Esto ha reforzado los valores de cercanía y confianza con los que ya contaba nuestra compañía.
Y por último, hemos aprendido a dar más valor a lo sentimental que a lo material; salir a aplaudir con los vecinos, tener más tiempo para dedicar a la familia, compartir una cerveza con los amigos o los abrazos de nuestros seres queridos… En fín, esas pequeñas cosas que nos ofrece la vida y que realmente son las más importantes.